La ANSV instaló alcoholímetros en bares y restaurantes del país
con el objetivo de promover una cultura preventiva en los jóvenes
al momento de conducir.
En el marco del Programa Conductor Responsable, cuyo
objetivo es concientizar a los jóvenes sobre el peligro manejar
alcoholizado, la Agencia Nacional de Seguridad Vial instaló 200
alcoholímetros en bares y restaurantes de todo el país. En la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires se instalaron 64 alcoholímetros y
en el Gran Buenos Aires se instalaron 39.
Los aparatos son de uso gratuito y se ofrece en los locales
gastronómicos como un servicio más al cliente. Semanalmente
se registran 500 pruebas voluntarias, que se realizan de un
modo muy simple: basta con colocar una ficha, soplar y esperar el
resultado. Si prende la luz verde, la máquina certifica valores
adecuados para manejar (el límite permitido para conducir
automóviles particulares es de 0,5 gr/l), si la luz es amarilla,
sugiere precaución. Y si es roja, titila "peligro".
La instalación de alcoholímetros forma parte de una campaña
con doble objetivo: por un lado, apunta a que los conductores
que bebieron asuman su responsabilidad y eviten volver al
volante. Y por otro, intenta que los grupos de jóvenes que
salen de noche a los bares adquieran el hábito de designar un
conductor responsable que se comprometa a no tomar durante
la noche para evitar hechos de tránsito.
Según explicó Felipe Rodríguez Laguens, director ejecutivo de
la ANSV, “el grupo más involucrado en siniestros viales está
formado por menores de 35 años. Y agregó un dato aún más
contundente, “por cada conductor alcoholizado que
muere en un siniestro vial, hay cuatro víctimas
pasivas. Por eso esta campaña apela a los valores
de la amistad", dijo Rodríguez Laguens.
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