Tres destacados especialistas en seguridad vial analizaron junto a
Infobae.com las principales abstracciones que afectan a los
millones de conductores. El uso del celular y el cigarrillo, entre
las más peligrosas
Tras el fatal accidente automovilístico que sufrió el ex cantante de
Memphis, Adrián Otero, surgieron versiones que hablaban de una
posible distracción al volante por parte del artista, al intentar encender
un cigarrillo. Sin embargo, su esposa salió a desmentir esas
afirmaciones, y aseguró que “no hubo negligencia” de Otero.
Más allá de las causas de este lamentable accidente en particular,
las distracciones al volante son moneda corriente en la Argentina,
siendo una de las principales causas de siniestros viales en
todo el territorio.
La conducción es una acción que requiere una constante atención
al camino y su entorno para tener control de la situación y poder
anticiparse a cualquier cambio, detectándolo con antelación para
evaluarlo y tomar la decisión y acción necesarias para maniobrar
con seguridad en el sistema del tránsito.
Infobae.com consultó a tres especialistas en la materia. El vocero de
Vialidad Nacional,Ernesto Arriaga, su par del Centro de
Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi),Gustavo Brombati, y
el presidente de la asociación civil Luchemos por la Vida,
Alberto Silveira, enumeraron y definieron las principales causantes
de desatenciones al volante.
El celular
El celular es el elemento de
mayor distracción tanto en
conductores como peatones.
Si bien está prohibido por la
Ley de Tránsito en cualquiera
de sus formas, su uso es frecuente
arriba de un auto. Atender una llamada o escribir un SMS, provoca una
abstracción psicológica y hace que el foco de atención del conductor
esté fuera de la conducción.
“Lamentablemente a partir de la aparición del celular en la
sociedad argentina aumentó la cifra de accidentes de tránsito
en el país. La gente se abstrae del mundo”, señaló Arriaga.
Y añadió: “El mensaje de texto es todavía peor. Cuando uno habla
por celular pierde la visión visual, auditiva y temporal. Pero cuando
uno manda un SMS directamente saca la visión del camino, en
ese caso el peligro es doble”.
Para Brombati, “la modalidad manos libres, que viene incluida en
autos más nuevos es menos riesgosa, pero no deja de ser
peligrosa por la distracción psicológica que genera”. El hombre
de Cesvi remarcó que con el avance de las tecnologías, son más
los agentes de abstracción que incluyen estos aparatos. “Hoy en
día el celular tiene otros elementos disponibles, como las
redes sociales, juegos, internet, que también distraen al
conductor a la hora de manejar”.
Silveira coincide en que el uso del celular es el factor más común
y también “más grave”de distracción al volante. “La atención que
demanda la comunicación telefónica, distrae al conductor y la
tensión que puede provocar el contenido de la llamada perturba
su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras
o errores en las acciones. El cerebro tiene una capacidad limitada
para realizar tareas simultáneas que demandan atención. Cuando
se atiende a dos tareas a la vez se las atiende a medias”, explicó.
El cigarrillo
En segundo lugar está el cigarrillo. Su encendido y su posterior
apagado puede ser un factor de despiste. Es muy común que por
acción del viento caiga algo de brasa sobre las piernas del
conductor, y la reacción automática es la de sacar las manos
del volante para limpiarse, además de bajar la vista y retirarla
del manejo.
Según el vocero de Vialidad Nacional, Ernesto Arriaga,
“históricamente gran cantidad de accidentes de tránsito se producen
por la caída de colillas mientras se maneja. Lo peor es cuando por
efecto del viento cae entre las piernas del conductor, pero también
se puede quemar el acompañante”.
Brambati remarcó que “muchas veces los conductores,
en una reacción de milésimas de segundo, no tienen en
cuenta que su auto tiene dirección hidráulica, lo que hace
que un mínimo volantazo desvíe el vehículo en forma abrupta.
Y en muchos casos los carriles solo tienen 50 centímetros
de separación”.
El mate
Tomar mate dentro del auto puede traer graves consecuencias.
Si en alguna de las maniobras se derrama el agua caliente sobre
las piernas del conductor, éste seguramente soltará las manos
del volante para sacudirse, además, bajará la vista, lo que podría
desembocar en un siniestro grave.
“Tomar mate es muy bueno en viajes largos, es una infusión
recomendable que te mantiene despierto. El problema es que
se deben tener las manos siempre sobre el volante. Más grave
aún es el caso de los conductores que viajan sólos y se van
cebando. Si vos tenés una mano ocupada por un mate, estás
incurriendo en una falta”, señaló Arriaga.
Por su parte, Brambati recordó el caso de Tamara Castro, la cantante
folklórica que murió en un accidente en la ruta provincial 13, en Santa
Fe. Tras el fatal choque, uno de los músicos que viajaban con ella
reconoció que el conductor del vehículo iba “tomando mate”.
Para Silveira, no es sólo el mate un elemento de distracción: “Comer
o beber lo que sea dentro del vehículo suele alterar la atención
de los conductores. Lo recomendable es parar, hacerlo, y
luego seguir”.
Cambio de CD o estación de radio
Otra distracción se da al cambiar la radio de dial o cambiar un cd en el
reproductor, porque “la mano derecha va a la radio, y la vista se coloca
hacia abajo”, dice Arriaga.
Por su parte, Brambati consideró también el mal uso de tecnologías
audiovisuales en los automóviles, tales como las pantallas de dvd o
el GPS, que “nos dan información muchas veces innecesaria”
a la hora de manejar.
Diferentes estudios han
demostrado que su manipulación
se traduce en desviaciones de la
trayectoria del vehículo con peligro
de salida de la vía o invasión de
carril contrario, cambios bruscos
en la velocidad de circulación y la distancia entre vehículos, pérdida de
lectura de señales de tránsito y mayor lentitud en las reacciones
altamente peligrosas.
Otras distracciones
El presidente de la Asociación civil Luchemos por la Vida, Alberto Silveira,
añade a los ya citados elementos de abstracción, otros que suelen alterar
la atención de los conductores y que, no por ser menos comunes, dejan
de ser peligrosos.
Sin embargo, remarca la importancia de diferenciar las distracciones
“externas” de los” internas”. Entre las que suceden dentro del vehículo
podríamos agregar el hecho de mover de lugar un objeto, la mujer que
se maquilla frente al espejo retrovisor, atender a una pelea de los chicos
en el asiento trasero, o conversar con otros ocupantes.
Sobre esta última, dice Silveira: “Por lo general, cuando el conductor
debe hacer una maniobra compleja, el acompañante se calla.
Pero no siempre es así”.
Los agentes externos pueden ser más diversos, pero Silveira hace
hincapié en los carteles publicitarios que rodean avenidas, rutas y
autopistas. “Sobre todo los de alto contenido sexual”, remarca. En
la ley de tránsito el exceso de publicidad está previsto, pero, “no se
cumple o se hace muy genéricamente”. Este tema, añade,
“necesita una especificidad”.
“Otra cuestión es la de los reproches e insultos de otros automovilistas,
que muchas veces, tengan razón o no, afectan la concentración del
automovilista”. Para estos casos, Silveira recomienda “no dejarse
enganchar en la pelea, ignorarlo y dejar que el vehículo nos pase”.
Peligro en dos ruedas
Los tres especialistas coincidieron en la peligrosidad que acarrea el
uso de handis y teléfonos por parte de los motociclistas. Y rechazaron el
uso de sistemas de audio en este tipo de rodados, sobre todo a gran
volumen, ya que con esto se pierde la audición preventiva, clave en
el manejo de ese tipo de vehículos.
El vocero de Vialidad Nacional remarcó que hay “más de 35 accidentes
de motos por día sólo en Capital Federal y el Gran Buenos Aires”.
“En el interior del país, sobre todo en lugares donde no hay colectivos
urbanos, el 60 por ciento de la juventud de entre 15 y 17 años maneja
ciclomotores, motos y bicicletas”.
Para tener una idea del crecimiento de esos vehículos en las calles,
Arriaga arroja un dato clave: “En los últimos 12 meses se vendieron
616.000 motos en todo el país”.
Para Silveira, la moto es mucho más peligrosa. “Las posibilidades de
padecer lesiones graves o fatales ante un accidente son hasta 20
veces más que en un vehículo de cuatro ruedas”, señala. “Los cuidados
deben ser mayores. Hay que dejar todo de lado, apagar el celular,
la música, todo”.
La necesidad de concientizar a la población
Brombati cree que es imprescindible que desde el estado nacional
se trabaje en la comunicación y advertencia sobre estas problemáticas.
“La ley de tránsito no marca estas cuestiones específicas, pero
sí es necesaria una campaña de concientización a nivel nacional.
Desde la ley no se tiene que mencionar una por una, pero sí desde
las campañas”, señaló.
Arriaga recordó que las 4 principales causas de accidentes son:
la velocidad, la ingesta de alcohol, sobrepasar a un vehículo con doble
línea amarilla y por último las distracciones. Y advirtió que el sueño
está al mismo nivel de peligrosidad que el uso de celular.
Arriaga señala la necesidad de que los conductores reconozcan que
pueden equivocarse, siendo que el 83 % de los accidentes son
por errores humanos. “Los argentinos para justificar accidentes
graves y mortales le echan la culpa, en primer lugar, a la incapacidad
del otro conductor, y en segundo, a una falla mecánica".
Hay mucho por mejorar, de eso no hay dudas. las últimas cifras de
Luchemos por la Vida marcan un total de 7.517 muertes en todo el país
durante el año 2011.
"La solución pasa por un cambio cultural en los mayores y en
educar en los colegios a los más chicos”, concluyó.
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